lunes, 8 de octubre de 2007

A un año de la Tragedia de Santa Fe

Esta nota fue publicada en el diario Perfil el domingo 7 de octubre.

Agradezco a Rodrigo Lloret y Rafael Saralegui por haberme dado la oportunidad de rendirles un homenaje a mis compañeros y sus padres y por dejarme trasmitir el mensaje que yo quería dar.


Por ustedes...

gracias.


Hace un año todo se volvió negro. Regresaba de pasar unos días hermosos en la escuelita en Chaco, a donde cada año viajo junto a mis amigos y compañeros del colegio Ecos para vivir experiencias únicas con chicos que viven una realidad diferente, cuando el destino nos marcó para siempre.
Era ocho de octubre y hacía calor. Ya se había hecho de noche y mientras escuchaba música miraba por la ventana viendo pasar los costados de la ruta. Unas luces fuertes y una frenada lograron despegar mi cuerpo de mi mente. Desde ese momento empezó una pesadilla sin final.
Un camión conducido por un conductor alcoholizado nos embistió de frente y se llevo la vida de 9 de mis compañeros y de Mariana, mi profesora. Federico, Benjamín, Daniela, Julieta, Delfina, Justine, Nicolás, Julieta, Lucas y Mariana pasaron desde ese día a ser angelitos para todo aquel que tuvo el privilegio de conocerlos.
Yo no se cómo ni de donde los padres y familiares de mis compañeros sacaron la fuerza y energía que hoy tienen, pero a partir de ese momento dejaron de pensar en ellos, para pensar en todos. Ya hace un año que la vida nos cambió y este grupo de personas con una fuerza incalculable mueven día a día cielo y tierra para lograr que las rutas argentinas cumplan con lo mínimo de seguridad requerida. A través de un petitorio reclamaron que la Seguridad Vial sea Política de Estado y gracias a la respuesta de la sociedad y de muchas organizaciones que se sumaron, el 15 de agosto pasado se firmó el Convenio Federal Vial. Ahora solo resta que su implementación se haga realidad.
Cada lunes cierro los ojos al escuchar la cantidad de muertos por accidentes de transito que ese fin de semana cobró. Sé que uno solo aprende de las cosas cuando le pasa a alguien cercano o a uno mismo, pero la impotencia trepa por todo mi cuerpo al ver que los accidentes ocurren cada vez más y nada logra detenerlos. Se siguen contando los muertos como si las vidas valiesen tan solo un instante en las rutas. Se sigue lamentando vidas mientras que las condiciones deplorables de los caminos y la ausencia del Estado y de organismos de control son una realidad imposible de obviar.
Me horrorizo al ver lo malos conductores y peatones que somos los argentinos. Pasar un semáforo en rojo o esperar que cambie debajo del cordón pueden ser acciones sencillas y estúpidas, pero hemos comprobado que tan solo eso puede costarnos la vida, y sin embargo lo seguimos haciendo.
Este lunes 8 de octubre a las 18 hs, se recordará a mis nueve compañeros y a mi profesora con un recital homenaje en el estadio Pepsi Music. Participarán personalidades de la música, la cultura y el deporte, que siempre han estado presente ayudando con esta lucha que nos involucra a todos. El objetivo es honrar a los que ya no están sin dejar de generar conciencia en la sociedad.
“Sabernos juntos nos hace fuertes” fue el lema de nuestro viaje. Como sobreviviente, pero sobre todo como persona, es difícil seguir adelante, pero creo que tanto los chicos como Mariana no hubiesen querido ni esperado menos de nosotros. Este 8 de octubre ha sido declarado como “el día nacional del estudiante solidario” en homenaje a ellos. Es su día, pero también el de todo aquel que como nosotros quieren y hacen lo imposible por cambiar la realidad que muchos viven.
Del mismo modo que el gobierno es el encargado de que esto no siga ocurriendo, nosotros como argentinos también debemos hacernos cargo. Siendo protagonistas de nuestro presente y futuro, no conducir habiendo ingerido alcohol, no pisar a fondo el acelerador y usar siempre el cinturón de seguridad es lo mínimo que podemos hacer. Los accidentes de tránsito son hoy la primera causa de muerte entre los jóvenes argentinos. Decirle a tu amigo que no maneje si tomó no es solo prevenirlo a él, también es cuidarte a vos.
Como conductores y peatones, pero sobre todo como personas, educarnos en materia de seguridad vial no es solo un derecho, sino una obligación.

1 comentario:

  1. Yas, quiero agradecerte el haberme invitado a este triste aniversario donde lamentablemente se homenajeó la muerte de estos chicos que nada nada de culpa tenían que un hijo de puta, perdón el vocabulario, haya decidido manejar bajo los efectos del alcohol.
    Debo confesarte que en un principio fui a ver bandas, pero rápidamente capté el mensaje y escuché a cada uno de los padres, amigos y artistas que luchan por la mejoría en la rutas y que promulgan la educación vial.
    Ponerse el cinturón es dar el ejemplo, yo siempre lo hago y obligo a los que viajan en mi auto a hacerlo.
    Te tengo que agradecer inmensamente la invitación.Mi cabeza fue a una cosa y mi corazón se llevó muchas más importantes. De veras que lo sentí cercano, demasiado.
    Soy tan vulnerable como cualquier otra persona o como los nueve chicos. Que desgraciadamente, vaya uno a saber si ése era el destino de ellos. Pero aseguraron la vida de muchos más, previnieron y generaron una movida increíble gracias a los familiares y desconocidos que se acercaron a apoyar.
    Gracias de nuevo.
    Seamos todos conscientes. El cinturón, el alcohol, las drogas. Por favor se los pide la gente. Por favor se lo tendría que pedir cada uno.

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