domingo, 2 de marzo de 2008

Asado en construcción

No hay nada mejor que comer un asado en una obra en construcción. Con asientos de tachitos de pintura, bandejas de cartón, parrilla al suelo con carbón rojo de ira y los choripanes que saben mejor que nunca! Faltaron los obreros y sus charlas pero tuvimos gorritos de papel de diario.
Elogiando y criticando a Critica de la Argentina y viendo en cuanto se había atrevido y en cuanto no el gordo. Si, fui una de esas doscientas mil personas que esperaron que saliera para examinarlo a fondo como si fuera un bicho raro o, como el mismo diario lo dice, "el último diario de papel". Entre los nombres encontré un par de profesores y leí en voz alta ante mi público familiar lo que me parecía interesante.
Vimos venir nubes de oveja negra y feliz por que ya había dado unas vueltas al mando del volante, le tocó a mi papá ser capitán y remando en el botecito de ruedas volvimos a la ciudad que parecía Venecia en sus peores épocas. Habían abierto la canilla de arriba, pero la lluvia también caía de abajo para arriba en cada una de las esquinas.
Despedí la tarde con un arco iris que me mostró donde tenía su olla de oro, pero que se me hacía demasiado tarde para buscar. Mi papá prendió la radio y me agarro ese "no se qué" de domingo a la tarde volviendo de paseo. "Alfajor jorgito, doble y triple sabor" y "dame fútbol, quiero fútbol, pasión que nunca se agota" también le dijeron adiós a la tarde y un budincito recién salido del horno me recordó los nervios de la entrevista de mañana. Se me mezcló la vueltas de los partidos de hockey de mi infancia y la felicidad o tristeza de haber perdido, con la angustiosa responsabilidad de ser lo suficientemente grande para pagarme lo mío. Y si, Peter Pan a veces se convierte en Wendy, pero ojo!, siempre será el niño/a de país del nunca jamás, por lo menos en el fondo. Pero bueno, vivo en la Argentina y no en esas tierras de diversión y el colectivo ahora vale 0,90$ y las coquitas de 0,50 ahora salen 1,30.Y después de esta catarsis exagerada de domingo a la tarde, me voy con mi budincito y mi café con leche a la cama a ver una peli o terminar de analizar al gordo y disfrutar... recién son las ocho y me quedan por lo menos cuatro horas más de fin de semana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario