lunes, 16 de julio de 2012

Ana



No le pidas que duerma con los ojos abiertos porque no es posible. Los sueños no son los mismos, no le agradan, nunca se cumplen.

Ana giró la cabeza, la torció lo suficiente como para que se le desprendiera. Los músculos se tensaron, la piel pidió ser arrancada, el dolor se volvió costumbre. Sólo quería girar sus pensamientos, tornarlos hacia el otro lado, el lado que debía ser. Como si la mental se construyera en semejanza a la fuerza física, entendiendo que el cerebro es un órgano que puede ser entrenado. Entendiendo que el corazón, aunque simplemente fuese la máquina de bombear, también.

A Ana la llena el pasado inventado y el futuro con pocas oportunidades. De todos los vicios, es su preferido. El que más sonrisas le saca. Aunque lamenta que su eje principal sea la falta de realidad. Ana es fantasiosa, pero no tarada. Sabe que lo que hace está mal. Sabe que le podrían cortar las manos por ello. Pero al final nunca le importa. Al final vale más ese viaje con sueños que los callos por caminar descalza y sentir el suelo.
Ana, solo ella, sabe su destino. Y lo acepta, por la simple razón de no tener el valor para cambiarlo. Escupir para arriba, y no tener la fuerza para moverse, siempre trae el mismo resultado.
Ana finalmente pide que le corten la cabeza, es la mejor solución. El andar del cuerpo será más liviano y los pies no tendrán callos por la falta de sobrepeso. Pero antes de arrodillarse, sonríe una vez más. Ana está pensando en su pasado imaginario, el futuro con pocas oportunidades ya dejó de ser una opción.

2 comentarios:

  1. Ana debería de releer sus tan buenas notas.
    No sé si es ud, Ana.
    Pero qué bueno es encontrarse
    con tantas oportunidades de.
    Me gusta mucho su blog.
    Ud es Ana?

    Abrazo.

    Nicus

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  2. Muchas Gracias Nicolás Nunca. Yo soy ana. Y soy tantas otras. Gracias nuevamente por tus comentarios.

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