jueves, 22 de octubre de 2009

Incierto


Como los relojes de Dalí y esa langosta que llama por teléfono. Como las ganas de comer un bizcochuelo de vainilla con dulce de leche cuando la gastritis ataca tu sistema digestivo y la acidez te llega al aparato respiratorio. Como el futuro imaginado mil veces. Como las ganas de pegarle a alguien una buena patada en los huevos, para ver que se siente nomás. Como saber si tu profesión va a llegar a algo. Como dar una clase de lo que no se debe hacer. Como romper con lo acertado. Incierto, solo incierto.

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