jueves, 12 de junio de 2008

sin un libro en la mano...

Se me hace imposible viajar en subte sin un libro en la mano. Aunque no lo lea, aunque la gente me empuje y no pueda agarrarme de la baranda con las dos manos.
Hasta he desarrollado la habilidad de leer parada. Aún en la retorcida linea C camino a Constitución.
Es como una extensión de mi cuerpo, una prótesis que me da confianza y me hace sentir segura. Como si fuera mi pata de madera.
A la vez me gusta leer las portadas o contratapas de los libros ajenos. si, soy de esas chusmas insoportables que tiene que correr la vista con rapidéz para que no la pesquen leyendo diarios ajenos.

Es simple, me hace sentir segura, como si las palabras que se escurren en mis manos fuesen mi tercer ojo, mi espada de Himann, hasta mi sombrero rojo de papá pitufo.

Será de ñoña, pero las palabras me protegen...

No hay comentarios:

Publicar un comentario