lunes, 10 de agosto de 2009

Piedra


Es que no era tan difícil, solo lo contrario a decir sí. Al revés de pensar y justo igual a dejarse llevar. Dar la vuelta a la manzana es lo mismo que correr cien veces alrededor del árbol de la plaza más cercana. Y tener derecho a festejar el día del niño es no ser Wendy todavía. Las pocas veces que tiré piedritas esta semana rebotaron para el lado izquierdo excepto una que decidió mantenerse recta. Y si me pongo a calcular siempre me da más de tres y menos de cinco pero siendo un número impar. Esa es la cantidad de veces que hablaste con el vecino de pelos pinchitos y el doble de las miradas que cruzaste con el que se parece a Lorenzo Lamas. La carta de tarot me dijo que eligiera y yo la rompí en tres, elegí el pedacito del medio.

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