sábado, 11 de octubre de 2008

Delirio III

Hay veces que intento pensar cuando las cosas que ya me son cotidianas, entraron a mi vida. A veces lo logro y otras no.
Por ejemplo, la comunicación. Yo no quería ser periodista ("tarde piaste"- me diría mi tío), yo quería ser tantas otras cosas, pero nunca periodista. Y ahora como, vivo, vomito, duermo, sueño con/de/sobre/por debajo y ante todo con la comunicación.
Cuándo el comunicar pasó a ser una parte casi central de mi vida.... no lo sé pero siempre tuve ese afán por informar. Tal vez esta elección conscientemente inconsciente no es más que la resolución de todo lo que fui y soy (no se si de lo que seré).
De chiquita comunicaba todo, lo preciso, lo práctico y útil y también lo que nadie quería escuchar. No en vano me gané el apodo de "lorito" y una de las frases más repetidas por mi papá durante toda mi infancia fue: "Negra, calla a esa niña" (no, no salió de una telenovela del mediodía ....sí, es uruguayo...)
Analizándolo bien y sin negar que siempre quise ser quiosquera... parece que la comunicación hace bastante que ronda por mi vida, para mal o para bien.
Tanto afán por comunicar que a veces... termino autocomunicándome. Nada mejor que caminar por la calle y hacer una crónica mental de lo que te rodea. A veces la convierto en documental, otras en una película en blanco y negro donde solo lo que me importa resaltar viste el color. Me encanta imaginar que todos se desquician y que la vida termina siendo un gran musical.

Lo único que me preocupa es un comentario que escuché el otro día en la redacción: "los periodistas viven por lo menos diez años menos"... parece que el estrés nos afecta a todos...
Así que empecé reiki y shiatsu... tal vez un periodista no occidental dure un poco más... tendría que averiguar la expectativa de vida de los periodistas orientales...
por las dudas me compré un libro sobre el budismo... una especie de "hagalo usted misma" pero con la nirvana como objetivo.
Al fin y al cabo quién sabe, por ahí termino siendo la periodista más vieja del mundo...

4 comentarios:

  1. creo que --tal vez-- no necesites tantos libros, medidas, ejercicios, nuevas religiones. O al menos no todo al mismo tiempo. A veces hace falta parar un segundo y mirar alrededor. Y respirar.

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  2. los periodistas también ponen en duda todo lo que escuchan o les dicen. Ese es un buen ejercicio. Pero también hay que estar atentos a quién lo dice. Si viene de tu izquierda, ponelo en duda ¡con seguridad! Los periodistas buena gente, como vos, viven muchos años. Y viven muy bien. Después contános cómo te fue con el nirvana. Y te recomiendo, por último, que los feriados lleves auriculares a la redacción, gracias.-

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  3. jajaj, viky sos una genia!
    siempre un placer recibir tus consejo!
    besos

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  4. los auriculares: solo los feriados??
    jaja

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