jueves, 26 de marzo de 2009

Amor de supermercado

"Sos como un saltimbanqui del amor" dice mi profesor de semiótica y yo mira para atrás, pero sé que me está hablando a mi. Ahora parece que los hombres se enamoran en 8,2 segundos, y si no te sostiene la mirada por mas de cuatro, significa que no le provocaste nada. Nada de nada, no sienten nada por vos. A ver, miráme. Miráme más, aguanta un cachito, cinco, cuatro, tres.... te perdí.
Pero yo nunca sostengo la mirada, y menos si me gusta, y menos si me enamoro... Sostener la mirada es decir que lo que mis ojos expresan es verdad. Es quedarme desnuda, tan solo con la bombacha rosa que mi abuela me regaló en navidad para que estrene en año nuevo. Mi papel de "yo no me comprometo con nadie y no me enamoro si el otro está facinado conmigo pero si si el otro se hace el difícil" se me hunde en el arenero sucio de la plaza Guadalupe. ¿Y que hago si sostengo la mirada y el otro la baja? No, mejor la corro yo antes, así no quedo como la boluda que se enamoró la primera semana y después la dejaron por la verdulera de pantalones ajustados.
El amor de 8,2 segundos no tiene sexo y dicta cátedra en la calle. Cuando mirás al del colectivo, cuando mirás al que pasea a su perro a las cinco de la mañana y vos volvés con cara de "me fui del boliche por que hacía demasiado calor". Ese es el amor de 8,2 segundos. ¡O aún mejor! cuando tus ojos perdidos se encuentran con el morocho del colectivo de al lado y los dos sonríen, y se piden casamiento para luego divorciarse apenas el 111 se pone en movimiento, dejando al 29 atrás.
Si el amor tuviese una medida métrica, estoy segura que el tiempo no lo sería. Más, menos, alto, mediano, bajo, fuerte, débil, no sé cual, pero el amor nunca se puede medir en tiempo y menos que menos en segundos.

2 comentarios:

  1. El amor se puede medir en segundos, claro que sí.
    De todas formas, me quedo con usted y su bombacha rosa. A su abuela la vemos en Navidad.
    Saludos.-

    ResponderEliminar
  2. Suele pasarme que me enamoro varias veces al día.
    Con respecto a lo de las miradas, dejo el estribillo de una vieja canción mía que se llama, de manera creativa y original, Miradas.

    Salud!

    Hay miradas insinuantes, mercenarias silenciosas
    a la búsqueda de presas que sean fácil de cazar.
    Mi mirada es vulnerable y sensible a la belleza,
    incapaz de sostenerse por una causa normal.
    Pero cuando son tus ojos los que miran sin cuidado,
    de cerca y acompañados por tu risa criminal,
    no puedo más que mirarlos embrujado en tus encantos:
    mi mirada sólo cumple lo que dicta el corazón.

    ResponderEliminar