martes, 17 de marzo de 2009

Ken

Podrías ser mi padre. Y la lucecita del morbo se prendió justo encima del complejo de Electra. Me hubieses tenido a los 25. Un número tan redondo y bonito. La bruja me lo dijo, los tipos grandes me van a gustar siempre pero solo los que nacieron antes de mi terminan rompiéndome la cabeza. Podrías ser mi padre y me río. Podrías ser un tío y me gusta aún más. Tal vez te llevarías bien con mi familia, podrías ver el fútbol con papá... ahh cierto, no te gusta. Bueno, tal vez diseñar el jardín con mi mamá o practicar tu francoinglés con mi hermana. Podrías ser mi padre pero no lo sos. Tal vez por que no existís, tal vez por que sos el Ken de mi cabeza o el splinter de mis tortugas ninjas. Podrías ser mi revolucionario, mi estatuilla de bronce, mi Oscar y hasta mi Martin Fierro. Podrías ser mi canción de Mercedes Sosa, mi pop cliché, hasta podría pelearme y cantar a gritos "Nada es para siempre" de fabi... Pero no, todavía no existís. Igual ya te imagino, con tus ojos indefinidos, uno verde y uno negro por que no sé cual me gusta más. Con rulos, eso si, con rulos morochos, un morral de vicuña y un jean semi roto. Vas a ser juez de la Nación, por que no hay nada que me represente menos que un juez de la Nación... o defensor del pueblo oligarca, o yuppie de empresa enriquecida con las bancarrotas de la gente. Pero todavía no, todavía no existís. Por eso juego con vos, te meto en mi caja de muñecas a ver que hacés, a ver que tan infiel podés ser. Te saco a pasear algunos viernes, pero no todos, para que la gente me vea con vos de la mano, y una sonrisa del Moyano. Pero todavía no, todavía no existís. Esperá un poco más, no seas tan impaciente, que con el tiempo, vas a saber mejor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario