jueves, 20 de noviembre de 2008

En tu sillón


Te digo que no. Que aunque me dejes poner los pies encima del sillón, no voy a quedarme.
No es como elegir ese vestido que cuelga de la puerta de tu placard y que ya sabes que te vas a poner. Juegan en contra demasiadas cosas... Sabes demasiado acerca de mi o mejor dicho lo sabes todo. Desde el perfume de mi piel hasta los días en que me indispongo. Entendés que si me pongo el vestido violeta es por que espero algo más y que, cuando estoy triste, me gusta llenarme de colores, para que la gente ni lo sospeche.
Son demasiados años juntos. Yo enfrente tuyo y vos mirándome a la cara, directo a los ojos, como si pudieses ver los dos a la vez.
No te pido un tiempo, te pido todo. No puedo seguir viéndote una vez por semana para pensarte todo el resto. Lo mejor es que no venga más.
Y no no me mires así ni me des tu silencio para que yo pueda expulsar todo hasta que rompa en llantos. No puedo, la verdad es que no puedo más con vos.
No sos vos, no soy yo, somos nosotros. Esta relación no puede seguir así... las relaciones a distancia tampoco funcionan. Me voy, me voy lejos por que es la única forma de terminar con todo. Me voy, se acabó, no insistas.
- No insisto
- Si, insistís...
- Está bien, si vos crees que es lo mejor para vos...
- Es lo mejor para vos también, para los dos... eso creo
- Si eso crees...
- Si, creo que eso creo...
- ... bueno, se acabó la sesión...Nos vemos la próxima...
- Eh.. si si crees que es necesario
- Lo creo.

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