martes, 24 de febrero de 2009

Sos

Sos de los que toman el café con leche con la cucharita adentro. Choca contra la taza una y otra vez y no te inmutás, mientras yo presiono con fuerza la mandíbula porque el ruido me hace rechinar los dientes.
Sos de los que, con tan solo una palabra, ponen el piloto automático. Como cuando te menciono, al pasar, la palabra "pucho" o "fuego" y en seguida buscas la cajita manoseada, que llena de tabaco el fondo de tu morral.
Sos de los que juegan con la caja de los fósforos y termina abriéndola al revés. Yo me agacho, siempre me agacho, a recogerlos uno por uno, mientras vos te reís de tu torpeza.
Pero no sos de los que dicen gracias, ni de los que convidan, ni de los que dan ganas de apretarle los cachetes cuando dice alguna pelotudez. No compras titas en los kioscos ni dejás bomobones en la almohada. Sos de los que deja la toalla tirada, hecha un bollito como perro vagabundo, y ensopada. No tirás la cadena ni bajas la tapa del inodoro. Pedís a gritos el papel higiénico y te quejas cuando solo hay rollo de cocina. Refunfuñás y preferís el bidet. Pero lo abrís mal, el chorrito llega hasta el techo y después tengo que andar llamando al pintor para que le de "una mano" a las manchas de humedad.
Me pregunto cuando diré basta... o quizás me guste levantar los fósforos uno por uno, pagarle al pintor para no ver las manchas de humedad y hasta apretar la mandíbula mientras tintinea la cuchara dentro de tu taza. Masoquismo creo que le dicen, neomazoquismo creo que lo llaman los nuevos filósofos, boluda me llaman directamente otros, pero creo saber lo que es... amor, quisiera llamarlo yo.

1 comentario:

  1. El amor a veces es tan raro. Sobre todo cuando el que se enamora es uno.

    Buen texto.

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