miércoles, 18 de febrero de 2009

Tu peso

Me pesa tu cabeza. Siento el peso de tu cabeza. "¿En qué estás pensando que estás tan pesado?", te digo y me mirás incrédulo, pensando que quizás mi locura llegó a su grado máximo. "Es que siento el peso de tu cabeza, yo tengo el peso de tu cabeza" y te reís, pensás que estoy bromeando y me mirás desde lejos, porque siempre te sentás lejos, por lo menos a un metro de distancia, aunque estemos en ese maldito banco verde de la plaza donde ni tu novia ni tu mamá, que ama a tu novia, nos pueden ver.
Subo y bajo los hombros y vos prendés el que siempre es tu último cigarrillo. A ella no le gusta que fumes, yo te comparto mi cajita de Philip Morris de diez. Seis para vos, cuatro para mi. Pienso que el karma alguna vez va a ser mio. Que si no sos vos es otro, pero que alguna vez la mitad más grande va a ser para mi.
Tu cabeza pesa cada vez más. Se que estás pensando en ella por que lo que te pesa es la culpa. Lo siento más del lado derecho, siempre te siento más de ese lado. Será que no tengo ganas de ponerte del lado del corazón o que uso el lóbulo izquierdo para amarte.
El peso de tu cabeza me está hundiendo. Ya camino chueca por Santa Fe cuando me alejo, para el lado contrario de la casa de ella. Tu mamá y su mamá te están esperando para probar las muestras de tu torta de casamiento. Te vas triste, pero con la cabeza como flotando porque el peso me lo dejaste a mi. Yo, por el contrario, arrastro mis manos por el suelo sucio. Es la última vez que nos vamos a ver, vos vas a llenarte el cuerpo de ella y yo, a buscar alguien que me lo vacíe de vos.

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